Mira, te cuento: Breakthrough es el nuevo álbum de Joe Bonamassa y la verdad es que es una pasada. El disco se apoya muchísimo en solos de guitarra llenos de pasión, pero lo que más me ha sorprendido es la carga emocional de las canciones y cómo los arreglos tienen un ritmo que te atrapa. Además, se nota que Bonamassa se ha animado a explorar diferentes estilos, y eso le da un rollo súper fresco.

El álbum lo produjo Kevin Shirley, que es su compañero de batallas de toda la vida (y que, por cierto, ha trabajado con gente como Iron Maiden, The Black Crowes o Journey). Lo curioso es que el disco nació de sesiones grabadas en sitios tan distintos como Grecia, Egipto, Nashville y Los Ángeles. Eso se nota un montón, porque el resultado es como un viaje musical que va desde el blues más funky y el swing tejano, hasta baladas acústicas y un hard rock con mucha actitud.

El propio Shirley lo dice: “Creo que Breakthrough marca un cambio en la forma en la que Joe Bonamassa produce sus discos”. Aunque sigue habiendo solos de guitarra para dar y tomar, esta vez el foco está más en las canciones en sí. Y es que cada vez que Joe se mete en un nuevo proyecto, parece que saca de su cabeza una gramola llena de géneros distintos. Este disco es literalmente un recorrido por el mundo: hay funk al estilo Little Feat, swing tejano, hard rock potente y hasta canciones acústicas de cantautor.

Algunos temas que tienes que escuchar sí o sí: Still Walking With Me, que tiene un rollo cálido y lleno de gratitud, muy soul clásico; Shake This Ground, que es más melancólica e introspectiva; la canción que da título al disco, que va sobre transformarse, persistir y soltar lo que te pesa; Drive By The Exit Sign y Trigger Finger. Y ojo, porque el single principal es Broken Record, que es un temazo.

En resumen, Breakthrough es un disco que te lleva de viaje y te hace sentir un montón de cosas. Si te mola Bonamassa, aquí vas a encontrar algo nuevo y, si no lo conoces, es un buen punto de entrada.